El secretario británico de Interior, Alan Johnson, señaló ayer jueves que no podía evitar la extradición de un británico buscado en Estados Unidos por 'hackear' computadores de la Nasa y el Pentágono.
Gary McKinnon fue detenido en 2002 después de que fiscales de EEUU lo acusaran de ingresar ilegalmente en cientos de computadores, entre ellos el Pentágono y la Nasa, y de causar 700.000 dólares en daños.
Toda la red del Ejército de EEUU de más de 2.000 computadores en Washington estuvo cerrada durante 24 horas en lo que las autoridades estadounidenses calificaron del "mayor ataque informático militar de todos los tiempos".
Pero sus abogados alegaron que extraditar a McKinnon, que ha sido diagnosticado con el síndrome de Asperger, podría ser perjudicial para su salud.
"He considerado cuidadosamente las representaciones en el caso de Gary McKinnon", dijo Johnson. "Tengo claro que la información no es materialmente diferente a la planteada ante el Alto Tribunal este año y no demuestra que enviar al Sr. McKinnon a Estados Unidos violaría sus derechos humanos".
El Alto Tribunal había aceptado que su extradición podría tener consecuencias para su salud, pero los jueces consideraron que el proceso legal predominaba sobre esas preocupaciones.
La apelación pasó entonces al 'Home Office'.
"Debido a las legítimas preocupaciones sobre la salud del Sr. McKinnon, hemos solicitado y recibido garantías de las autoridades de Estados Unidos de que sus necesidades serán atendidas", dijo Johnson en un comunicado.
La madre de McKinnon, Janis Sharp, dijo a la BBC que estaba "desolada" y que su hijo había reaccionado "muy mal".
Los abogados de McKinnon le describen como un "excéntrico de los OVNI" que utilizaba internet para buscar vida extraterrestre.
Si es condenado por un tribunal estadounidense, McKinnon podría afrontar hasta 70 años en prisión.
Su causa ha sido respaldada por el diario Daily Mail y algunos políticos británicos.
http://www.latercera.com/contenido/739_204669_9.shtml
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