Hace cuarenta años el sacerdote Enrique López Guerrero se convirtió en protagonista involuntario del polémico caso Ummo, cuya trama de presuntos contactos con extraterrestres e increíbles revelaciones científicas recuerda ahora para MÁS ALLÁ. No le mueve otro interés que contar los hechos tal y como los vivió y explicar por qué sigue creyendo en la realidad de algunos de aquellos mensajes. Su testimonio, sin duda, sorprenderá a muchos.
Don Enrique, ¿cree usted que existen los extraterrestres? No solo creo que existen, tengo conocimiento pleno de que en España reside una colonia cuya misión es totalmente bienhechora y pacífica pero cuyo descubrimiento equivaldría a una especie de shock de tipo macrosocial y provocaría serios y graves perjuicios. Estos extraterrestres, ¿de dónde proceden? De Ummo. Estas sorprendentes declaraciones del sacerdote Enrique López Guerrero, párroco de Mairena del Alcor (Sevilla), están extraídas de una extensa entrevista realizada por el veterano periodista Benigno González para el diario ABC. La fecha de su publicación: 17 de septiembre de 1968. En las tres páginas que ocupaba el reportaje el sacerdote ofrecía datos sobre los ummitas, presuntos seres procedentes de un planeta que orbita alrededor de la estrella Wolf 424, distante de la Tierra 14,6 años luz, que, al parecer, habían mantenido contacto con varios ciudadanos españoles desde 1966, mientras vivían infiltrados en nuestra red social. Las palabras de López Guerrero, qué duda cabe, provocaron una reacción inmediata y sin precedentes en España y también en el extranjero. Hoy, cuatro décadas después, nos sentamos frente a frente con el sacerdote sevillano para conocer a fondo su historia y sus particulares teorías ufológicas y para saber,sobre todo, cómo vivió aquel revuelo mediático que produjeron sus impactantes declaraciones.“Durante un mes entero me vi abrumado por una abundantísima correspondencia diaria en todos los idiomas, las más inesperadas visitas (hasta de Nueva York) y una presión de los medios informativos tan agobiante que tuve que eludirla –no sin problemas– para que no se viera afectado seriamente mi ministerio pastoral”,rememora nada más iniciar la entrevista.
Una entrevista histórica
Enrique López Guerrero se ordenó sacerdote en 1955. Cursó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Hispalense y se licenció en Psicología por la Universidad de Barcelona. Si asombrosas fueron aquellas revelaciones a ABC, no menos lo fue el contenido de su voluminoso libro Mirando a la lejanía del Universo (Plaza Janés, 1978), donde en más de 600 páginas condensaba los fundamentos esenciales de sus tesis teológicas y ufológicas. Una fascinante y documentadísima obra cuya primera edición, de 10.000 ejemplares, se agotó en tan solo tres meses. Hoy está considerada una joya bibliográfica por todo amante de estos temas. En la actualidad, a sus casi 78 años, don Enrique –como todos le llaman– quiere vivir tranquilo, alejado de los medios de comunicación y entregado en cuerpo y alma a sus feligreses (sigue cumpliendo, desde 1957, sus funciones de párroco).“Yo solo quiero dedicarme a mi parroquia y evitar que esto vuelva a llenarse de curiosos”, nos confiesa. Por eso no estaba muy de acuerdo en ser entrevistado cuando se lo propuse. Llevaba muchísimos años alejado de los medios. Sin embargo, finalmente, y ante mi sorpresa, me dijo que estaría encantado de poder reunirse conmigo. Tuvimos ocasión de conocernos personalmente en 1989, durante las II Jornadas sobre ovnis celebradas en Vinarós (Castellón). Luego mantuvimos un breve intercambio epistolar como consecuencia de las investigaciones que llevé a cabo sobre el avistamiento OVNI que se produjo el 10 de agosto de 1989 en media Andalucía, ya que el sacerdote fue testigo directo del mismo. Desde entonces no habíamos vuelto a tener contacto. Por eso la idea de una reunión le atraía, máxime al explicarle que iría acompañado de un viejo colega suyo: el también ummólogo sevillano Ignacio Darnaude Rojas Marcos. Al encuentro se sumarían, además, nuestro compañero Javier Sierra –cuya visita significó una gratísima sorpresa para el sacerdote– y los investigadores Fernando García y Ángel Rivero.Aun así, en la reunión que mantuvimos el pasado 8 de junio –a la que también asistió la periodista y escritora Cristina Martín, gran amiga y antigua alumna del sacerdote– no pudimos entrevistarle como teníamos planeado, ya que don Enrique se centró en explicarnos algunas cuestiones cristológicas relacionadas con los tiempos especialmente críticos que, según él, estamos viviendo. Hoy sus preocupaciones prioritarias no son tanto los ovnis como los males que aquejan al mundo moderno. Finalmente la entrevista se produjo a finales de junio, tras convencerle de que, ahora que se cumplen 40 años de sus declaraciones a ABC y 30 de la publicación de su libro, merecía la pena rendir un pequeño homenaje al nombre que tanto ha significado en el mundo ufológico nacional.La verdad es que cuando se charla con don Enrique enseguida se percibe que es una persona afable, sumamente educada, con una gran cultura y que mantiene una memoria envidiable. Conforme vamos conociéndole más a fondo descubrimos en él muchas otras cualidades humanas, entre ellas su generosidad, su compromiso con el prójimo, su fidelidad hacia los amigos y su fino sentido del humor...
¿Qué se despertó en usted en primer lugar, su vocación sacerdotal o su interés por la temática extraterrestre? Mi vocación sacerdotal, que la tuve poco antes de cumplir los veinte años. Lo último que yo pensaba entonces era en los extraterrestres, un tema que para mí ni existía. Si alguien me hubiera hablado de extraterrestres en aquella época, yo le habría preguntado qué era eso.
Entonces, ¿cuándo y cómo se interesó por los ovnis? Fue en el año 1965. Un señor muy importante habló en TVE de la existencia de objetos volantes no identificados y me llamó la atención ver a aquel hombre tan serio hablando de este tema. Poco después, al visitar la librería El Rosario de Oro, en Sevilla, para la exposición de libros que organizaba cada verano en Mairena, vi Los misteriosos platillos volantes, de Aimé Michel. Me resultó curioso que un escritor seocupara de esas tonterías. Cogí el libro, lo ojeé y entonces me di cuenta de que aquel hombre era un investigador extraordinario, con un gran curriculum. Se trataba de un libro sobre el estudio estadísticomatemático de la oleada francesa del año 54. Sobre las ortogenias... Exactamente. Aquello me dejó asombradísimo. El programa de TVE y el libro hicieron que cambiara de mentalidad. Luego tuve la suerte de que cayera en mis manos el mejor libro de ovnis que quizá se ha escrito, El gran enigma de los platillos volantes, de Antonio Ribera, y quedé totalmente convencido del asunto. Entonces empecé a recopilar información sobre el tema para analizarla. Todo eso comenzó, como digo, en 1965. Cuando yo conocí lo de Sesma fue en 1966. Y cuando me convencí de que el caso Ummo era un asunto de mucho interés fue en 1967.
De Ummo a Madrid
El sacerdote se refiere a Fernando Sesma Manzano, un peculiar y carismático personaje que aseguraba recibir, desde 1962, llamadas telefónicas y cartas de supuestos seres extraterrestres; primero de un tal Saliano, oriundo del planeta Auco, situado en torno al sistema estelar Alfa Centauri, y más tarde de los ya mencionados seres de Ummo.“Sesma fue una persona muy especial, podemos decir excéntrica, pero tenía una nobleza grande, era un hombre sencillo. Estaba muy orgulloso de que hubiera un sacerdote a su lado, escuchándole”, afirma don Enrique.En torno a Sesma comenzó a reunirse un pequeño grupo de receptores de supuestas cartas ummitas que sería conocido en el ambiente ufológico como el Grupo de Madrid. Tanto ellos como otros interesados por la temática extraterrestre frecuentaban periódicamente La Ballena Alegre, sótano del popular y ya desaparecido Café Lyon, ubicado en la madrileña calle de Alcalá (lugar de encuentro desde 1955 de la Sociedad de Amigos de los Visitantes del Espacio “BURU”). En tan sugerente ambiente, Sesma procedía a leer las surrealistas misivas de los presuntos emisarios cósmicos ante el estupor, y a veces las risas, de los asistentes, entre los que se encontraban nombres tan conocidos como Alfonso Paso o Antonio Buero Vallejo. Y en una de aquellas insólitas reuniones también estuvo presente el sacerdote.
Decide usted, por tanto, desplazarse hasta la capital española para conocer al Grupo de Madrid, que le presenta Alicia Araujo, ¿no es así? Sí. Fui a Madrid porque me lo pidió Antonio Ribera. Él sabía que, al ser un investigador muy conocido, el grupo no le iba a recibir, mientras que a mí sí, como así fue.Y asiste por fin a una de las tertulias de La Ballena Alegre... No es que asistiera, sino que el grupo me estaba esperando dos días después de mi primera entrevista con Alicia Araujo. A ella le habían interesado mucho mis opiniones sobre el tema extraterrestre, pero, claro, tenía que consultar con el grupo la posibilidad de participar en una reunión.
¿Y qué hizo nada más llegar a la reunión? Expliqué lo que yo opinaba sobre la vida en el Universo. A ellos les interesó muchísimo, porque tenían un desconcierto muy grande sobre la cuestión. Para hacerme una opinión firme sobre el valor de las comunicaciones que recibían, les pedí que me dieran copias de los informes. Y me dieron una parte muy importante. Fui muy bien recibido. Todos me escucharon muy atentamente. Luego, el resto de los informes me los dio Antonio Ribera.Cuando el sacerdote regresó a Mairena del Alcor, con su maletín repleto de supuestos documentos ummitas que versaban, principalmente, sobre asuntos científicos y técnicos, decidió facilitárselos a personas entendidas en la materia sin decirles nada sobre la procedencia de los mismos. Como algunos de los informes hablaban de cuestiones genéticas, se los entregó a dos médicos que se habían enterado del asunto, y fueron a verle inmediatamente. “Me acuerdo de que llegaron a mi despacho y comenzaron a ojear los informes. Dijeron que contenían cosas muy interesantes. Se quedaron sorprendidos. Durante tres días estuvieron estudiándolos, a razón de tres o cuatro horas diarias. Cuando terminaron, tuvieron una entrevista conmigo. Me preguntaron de dónde los había sacado y les dije que me los habían dado unos amigos. Les pregunté si su contenido superaba los conocimientos científicos que entonces teníamos y me respondieron afirmativamente. Lo que yo no podía saber es que uno de ellos era pariente de Benigno González, comandante de Infantería y gran periodista de ABC.”
El cura de los ovnis
A raíz de sus declaraciones en la prensa el padre López Guerrero adquirió una inesperada popularidad. Sus firmes convicciones acerca de la existencia de una colonia extraterrestre infiltrada entre nosotros generaron todo tipo de críticas.“En aquel momento, con toda la información que tenía, y tras haberla sometido al peritaje de personas de indudables conocimientos, estaba convencido, podríamos decir que en un 90%, prácticamente una certeza moral –reconoce sin titubeos–.Ahora mi nivel de aprobación de la autenticidad de los comunicantes, o sea, de la fuente extraterrestre, oscila entre el 50 y el 60%.”
¿Recibió alguna advertencia del Obispado de Sevilla por aquellas declaraciones? En absoluto, nada.
¿Y no encontró en el ambiente eclesiástico interés por saber más? Nada. En el ambiente seglar sí, de todas partes venía gente. Pero del clero nadie se interesó ni por los informes ummitas ni por nada extraterrestre.
Durante la charla que mantuvimos con el sacerdote, recordó entre otras cosas el simposio que organizó Rafael Farriols en junio de 1971 en el hotel Osuna, ubicado en Madrid. “Nos reunimos 60 personas durante tres días. Un locutor de Radio Barcelona leyó los informes, y las grabaciones se emitieron allí. En silencio estudiábamos su contenido. Por la noche había una puesta en común y al final, el último día, el criterio fue unánime: aquello era extraterrestre.”
¿Se discutieron todas las posibilidades? Por supuesto. Se discutieron todas las posibilidades que existían de que no fueran auténticos. Se hizo por el procedimiento de exclusión. Íbamos descartando las hipótesis que no se sostenían, y la única que quedó fue la de su autenticidad.
¿Pensaron en algún grupo científico como posible autor de los informes? Claro, fue una de las hipótesis que se barajó y la última que se descartó. La derrumbó un biólogo francés del Grupo de Estudios de Fenómenos Aeroespaciales (GEPA) que habíamos invitado, el doctor Jean Michel Dutuit. Expuso que el tema solo era conocido por un pequeño grupo de Madrid que no tenía intención de revelar nada, pero que salió a la luz porque un hábil periodista me sacó a mí la información, algo que no podía estar previsto por ese hipotético grupo de élite. Esos científicos, dijo, seguramente habían elaborado los informes con el ánimo de alertar a la humanidad sobre el riesgo que teníamos de catástrofe nuclear. Posiblemente querían crear un ambiente de entendimiento entre las naciones, pero para aumentar su influencia se habían hecho pasar por extraterrestres. Dutuit dijo entonces que debían tener una facultad precognitiva muy desarrollada al haber previsto que yo hablaría del asunto. Y nos preguntó: “¿Creen ustedes que después de esto se sostiene la hipótesis de los premios Nobel? ¿Cuál queda entonces?”.
¿Cuál fue la reacción del Grupo de Madrid al leer sus declaraciones en la prensa? Fue de serio disgusto, y con razón. Ribera se enfadó mucho. Les pedí perdón y, además, les dije no había mencionado nada que pudiera poner sobre la pista de las personas que me habían dado los informes.
Para don Enrique hay dos etapas bien diferenciadas en cuanto a la recepción de los informes ummitas.“La primera, que es para mí la auténtica, termina en el año 73, cuando se celebró el simposio de Barcelona. Hasta esa fecha los presuntos ummitas mandan los informes auténticos. Luego hay un período de silencio que se prolonga hasta el año 79, fecha en la que empezaron a aparecer los informes apócrifos, que primero fueron enviados a Jiménez Marhuenda, locutor de radio en Alicante.”Los informes falsos de la segunda etapa forman, en su opinión, un 10% del total recibido, alrededor de 1.000 folios mecanografiados. “En la segunda etapa hay algunos informes aparentemente de buena calidad científica, el formato es el mismo, los sellos y todas esas cosas... y eso enreda. Es muy fácil que la entidad llamadaSaliano copiase el estilo de los auténticos para crear el caos, de tal forma que el asunto Ummo quedara desprestigiado”, asegura el sacerdote.
Saliano/ Satanás
Nuestro entrevistado sugiere que detrás de la máscara de Saliano realmente se esconde Satanás. “Creo que fue en la Navidad de 1970 cuando envié una felicitación a Fernando Sesma. Entonces me respondió enviándome un extrañísimo informe de esa entidad llamada Saliano, el único que había recibido en un lenguaje lógico. Nada más lo conocían él y Alicia Araujo”, recuerda. En dicho informe Saliano cita la procedencia de las supuestas naves interplanetarias que han llegado a la Tierra. En total, diez civilizaciones originarias de diferentes regiones del Cosmos. Una de ellas, procedente de una estrella situada a 47 años luz de nosotros, supuestamente nos visitaba desde el 31.700 a.C. Sin embargo, Saliano no da detalles respecto a algunas de esas civilizaciones alienígenas:“Existen otras tres civilizaciones, incluyéndome a mí y a los míos, que por razones justificadas no podemos mencionar”.
Ese informe fue para usted crucial porque empezó a descubrir la naturaleza que se escondía detrás de la fuente Saliano, ¿no es cierto?Sí, supuso la puntilla, porque ya imaginaba entonces que Saliano era un pseudónimo de Satanás. Ese informe tiene un contenido críptico. Basándome en los datos del Apocalipsis hice un cálculo que me llevó a la conclusión de que las tres civilizaciones que Saliano menciona emplean un medio de propulsión basado en la psicokinesia, es decir, instantáneo. Sin embargo, Saliano decía que dos de esas civilizaciones venían en naves, lo que implicaba que la tercera, por tanto, ya estaba aquí... Recordé entonces que el Apocalipsis dice que, en su rebelión, Satanás arrastró a la tercera parte de las estrellas del cielo, es decir, la tercera parte de los ángeles. Y deduje que, mientras las otras dos civilizaciones eran angélicas, Saliano y los suyos eran ángeles caídos.
La tesis del padre López Guerrero es, por tanto, que Saliano y los suyos fueron arrojados a la Tierra por alguien, seguramente por las otras dos civilizaciones angelicales. Pero si Saliano estaba detrás de los informes falsificados, ¿tenía alguna relación con el parapsicólogo José Luis Jordán Peña, integrante del grupo de Sesma que en 1993 se atribuyó la autoría de todos los informes ummitas? Don Enrique así lo sospecha, y explica: “Con eso la confusión fue completa. Aunque hubiera participado en el fraude, es imposible que ese señor fuera el autor de los informes por la escasez de sus conocimientos”. Un desconcierto que ha dividido a los ummólogos entre quienes aceptan la naturaleza extraterrestre de los informes y quienes creen que el caso Ummo no fue más que un burdo montaje, que, según el padre Guerrero, está propiciado por un entramado diabólico que denomina la “conspiración del caos” (ver recuadro en la pág. 49).
Cristocentrismo cósmico
El sacerdote ha elaborado una síntesis entre el fenómeno OVNI y ciertos postulados teológicos que expone en su libro Mirando a la lejanía del Universo. La cuestión extraterrestre y el affaire Ummo le sirven de complemento para fundamentar su idea central de que la encarnación de Cristo se produjo solo en nuestro planeta, mientras que la redención tuvo un efecto universal. “La redención de Cristo –explica– tiene que ser universal, es decir, para todos los seres racionales que hayan pecado o incluso para los que no lo han hecho, como redención preventiva. Ahora, la encarnación, por su propia naturaleza, tiene que ser singular, un acto concreto, porque tiene que encarnarse de una madre concreta, en un planeta concreto, en un país concreto y en una época concreta”, afirma.En los informes ummitas se menciona a UmmoWOA (dios de Ummo), que parece guardar un estrecho paralelismo con Jesucristo. En su obra, don Enrique expone los aspectos esenciales que identifican ambas figuras. Sin embargo, usted puntualiza que dicha identidad no implica una doble encarnación... De UmmoWOA se desconoce su genealogía. Simplemente, aparece allí. Aparte de eso explico en mi libro que los conceptos de encarnación y redención son distintos. Encarnarse es introducirse en la historia humana. Y Jesucristo prefirió hacerlo en la Palestina de hace 2.000 años. Murió y a los tres días resucitó. Pero eso no impide que pudiera presentarse, con la debida adaptación morfológica, en otros planetas. Entonces, ¿cree que UmmoWOA se materializó y, al final de su vida, se desmaterializó? Exactamente. Pero nuestro planeta tiene, según el padre López Guerrero, otro “privilegio”: en su centro se ubica el infierno. “Es una hipótesis que, entre otras cosas, explicaría que Satanás ande aquí como por su casa. La Tierra es el lugar más privilegiado del Universo por haberse producido en ella la encarnación del Verbo, y solamente un sitio así puede albergar el infierno, que es la negación total de la salvación. Nuestro grado de libertad es tan grande que podemos rechazar la vida eterna con Dios y preferir una vida en el vacío”, dice.
CRONOLOGIA
1966: Un reducido grupo de ciudadanos madrileños afirma recibir llamadas telefónicas y cartas mecanografiadas de seres procedentes del planeta Ummo con informaciones de alto contenido científico y técnico. El 2 de febrero de ese año un ovni aterriza supuestamente en el barrio de Aluche. Uno de los testigos afirma haber observado un extraño anagrama en la panza del objeto que se asemeja al que aparece en los extraños informes
1967: El 1 de junio se fotografía en San José de Valderas (Madrid) un ovni con el citado anagrama. Unos días antes los ummitas habían anunciado en uno de sus informes que se dejarían ver por los alrededores de la capital española. La foto aparece publicada el día siguiente en el diario Informaciones.
1968: Las declaraciones en prensa del sacerdote Enrique López Guerrero afirmando que hay ummitas infiltrados en nuestra red social provocan que el caso sea conocido públicamente.
1971: Se celebra en el hotel Osuna, situado en el barrio madrileño de la Alameda de Osuna, el I Simposio sobre Ummo, organizado por Rafael Farriols, coautor junto con Antonio Ribera del libro Un caso perfecto (1969), centrado en los sucesos acaecidos en Aluche y San José de Valderas.
1973: Cesa la recepción de informes ummitas. Se celebra en el Hotel Ritz de Barcelona el II Simposio sobre Ummo.1974: Antonio Ribera publica un capítulo sobre el caso Ummo en su libro ¿De veras los ovnis nos vigilan?
1978: El sacerdote Enrique López Guerrero recoge sus teorías cristológicas y sus estudios sobre el caso Ummo en su libro Mirando a la lejanía del Universo.1979: Se reanuda la supuesta recepción de informes. Son de contenido y calidad inferior si se comparan con los primeros. Se comienza a hablar de informes auténticos y falsos.
1980: El ufólogo sevillano Ignacio Darnaude comienza a elaborar su voluminoso UmmoCAT (Catálogo Documental del Criptogrupo Ummo), que recoge todo tipo de información en torno a esta historia.
1993: El psicólogo de empresa José Luis Jordán Peña confiesa ser el creador y continuador de toda la trama Ummo durante sus 25 años de existencia.2001: El investigador Manuel Carballal publica Los expedientes secretos, obra en la que, entre otras cosas, plantea las extrañas conexiones entre el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) y el caso Ummo.
2007: El ufólogo navarro Juan José Benítez saca a la luz su libro El hombre que susurraba a los ummitas, en el que revela casos inéditos de ovnis con el célebre anagrama , y afirma que Jordán Peña miente. En su opinión, el caso Ummo es auténtico.
La "conspiración del caos": “Nos estamos jugando el futuro”
El padre Enrique López Guerrero está convencido de que existe una “conspiración del caos” cuya cabeza suprema es Satanás. Según él, muchas manifestaciones de presuntos extraterrestres, espíritus y otras entidades sobrenaturales están propiciadas por el Maligno, artífice también de la profunda crisis que padece el mundo occidental.“El cristianismo está muriendo en Europa –afirma–. Ahora la gente se burla de todo lo que suene a Cristo. Me da pena ver esa burla y ese ataque sistemático a todo lo sagrado.” No puede evitar mostrarse pesimista ante el futuro de nuestra civilización. “Caminamos hacia nuestro fin –asegura–. Hay una conspiración, sobre todo, contra la vida. No en vano la muerte entró en el mundo con Satanás. La muerte no es de Dios. Y, con las drogas y tantos otros vicios, a la juventud se la está impulsando hacia la destrucción.” “Los ummitas –prosigue– hablan en uno de sus informes de un planeta que encontraron totalmente destruido. Espero que eso no ocurra con la Tierra. Con la ayuda de Cristo nosotros podemos destruir los planes del Maligno. Cuantas más personas estén enteradas de la ‘conspiración del caos’, más evitable será. Estas palabras mías quizá puedan servir para despertar conciencias dormidas y para que sepamos todo lo que nos jugamos.”
La curiosidad
Mirando a la lejanía del Universo, el polémico libro de Enrique López Guerrero, llegó a manos de Pablo VI, quien, según explica el sacerdote, lo leyó. De hecho, la obra incluye una dedicatoria especial para el pontífice, quien envió a través del Nuncio Apostólico su bendición al autor.
Moises Garrido
http://www.masalladelaciencia.es/tags/caso%20ummo
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NOTA A.O.: Para conocer la faceta parroquial y el trabajo apostólico del Padre López Guerrero: