El show extraterrestre de Uri Geller

Uri Geller, el famoso psíquico israelí que se hizo mundialmente famoso por sus habilidades psíquicas en los años setenta, acaba de escribir una nueva página en su nutrida y pintoresca biografía como showman. El pasado mes de noviembre los médios de comunicación de medio mundo se hicieron eco del “experimento” que Geller iba a protagonizar en la cadena de televisión alemana ProSieben. En un programa especial titulado «Uri Geller en vivo-Ovnis y extraterrestres», presentado por Stefan Gödde (que ya había presentado en la television israelí la serie “El próximo Uri Geller”, donde se buscaba un digno successor al famoso psíquico), Geller intentaría comunicarse con seres extraterrestres…

Desde el punto de vista televisivo hay que reconocer que la cadena ProSieben ha marcado un hito difícil de superar. No sólo porque dedicar una emisión de tres horas, en directo, y con solo 3 pausas publicitarias, a un programa sobre OVNIs es una audaz aventura, sino por la cobertura técnica que implicaron las conexiones con lugares tan dispares como un observatorio astronómico ucraniano, desde el que se lanzó un mensaje a los extraterrestres, o el pueblo norteamericano de Roswell desde el que se repasó la famosa historia del ovni estrellado en 1947.

En el plató Uri Geller contó con la presencia de invitados de lo más pintorescos, incluyendo contactados y abducidos, aunque merece una mención especial el famoso escritor alemán Eric von Däniken, poco dado a las comparecencias televisivas, y que en los años 70 popularizó en el mundo entero la artroarqueología, es decir la teoría de la presencia extraterrestre en el pasado remoto. La cantante Nina Hagen, excéntrica pionera del punk europeo, también estaba en el plató, defendiendo con un fervor contraproducente la hipótesis extraterrestre.

Mas autorizada que la de Nina Hagen resultó la opinión del astronauta Edgar Michell, quien entró por via telefónica reafirmando con su testimonio, la idea de que la NASA y el gobierno norteamericano oculta información sobre la presencia extraterrestre en la Tierra. Y, por supuesto, la del astrofísico Heino Falcke, que aportó el sentido común al debate.

Geller había prometido que, durante la emisión del programa, se verían OVNIs en los cielos y que muchos de los televidentes que quisiesen comunicarse con los extraterrestres (utilizando la psicografía) recibirían una señal… y naturalmente eso ocurrió. Aunque sospecho que eso podría ocurrir también en cualquier otro momento, de cualquier otro dia. Solo hay que convocar a un millón y medio de personas (la audiencia aproximada del programa) para que miren al cielo, y sin duda observaran muchas cosas que ocurren ahí arriba y a las que no solemos prestar atención. En cuanto a la psicografía, y aunque la incitación de Geller me parece temeraria, es evidente que los practicantes de esta forma de contactismo no necesitan ningún programa de televisión para garabatear frenéticamente sus mensajes.

Pero lo cierto es que, como era previsible, el mensaje de radio enviado a los extraterrestres desde el observatorio ucraniano, tan necesitado de fondos, y el mensaje telepático enviado por el público asistente en el plató, tuvieron “respuesta”. O así al menos interpretaron los responsables del programa las llamadas llamadas de televidentes que esa noche afirmaron ver luces que no sabían identificar en los cielos. Algunas, como una joven telespectadora, incluso pudieron filmar esas luces con su teléfono móvil, y enviar el video al programa por MMS, alentando aún más a los televidentes a notificar cualquier luz en el cielo que viesen esa noche. Incluso aunque se tratase de luces que podrían haber visto de mirar al cielo en cualquier otra noche del año…

En el fondo el programa de ProSieben sólo ha trasladado, al formato televisivo, los conocidos programas radiofónicos de “alertas OVNI”, eso si, con una sofisticación, un glamour, y unos medios tecnológicos característicos de las grandes producciones cinematográficas. Geller se reafirmó como indiscutible showman televisivo, pero sus habilidades para contactar con extraterrestres resultaron un fracaso.